EL MUNDO FASHION DE LA EXPLOTACIÓN LABORAL
Por: Fernanda Luna
Cuando vemos una tienda como Forever 21, H&M, ZARA, por mencionar algunas, los aparadores se ven tan perfectos, y la tienda no se diga, tod@s quisiéramos tener un closet como el interior de estas tiendas. Cuando vemos una prenda, supongamos una blusa que se ve realmente elegante y fina nosotros pensamos “WOW, que blusa tan más bonita” y hasta la tomas con mucho cuidado, no se vaya a dañar; nos la probamos y nos queda perfecta, la compramos (shink,shink) y nos vamos felices con nuestra blusa. Pero ¿qué crees?, la persona que compro esa blusa contribuyo con la explotación laboral e infantil en la India.
¿Cómo una persona del otro lado del mundo, pudo haber hecho esto? muy fácil, nosotros al comprar cualquier prenda en este tipo de tiendas, nunca nos fijamos en donde está hecha, solo nos preocupamos por la talla y las que son más cuidadosas en todas las necesidades de lavado, pero nunca nos vamos a lo más importante que es ¿dónde está elaborada?, o ¿por qué la ropa es mucho más barata que las de diseñador?
Primero contestaremos la segunda pregunta, tiendas como las ya mencionadas incluyendo MANGO, BENNETTON, C&A entre otras, trabajan bajo un concepto llamado “Fast fashion”, esto significa que estas marcas se inspiran de las propuestas de las grandes casas de diseño, capturan las tendencias que vienen; por lo que manufacturan prendas lo más rápido posible y aun bajo costo.
REFLEXIONEMOS
Las casas de moda como Valentino, Dior, Dolce and Gabbana, no nos vayamos tan lejos, Macario Jiménez, Yakampot o Malafacha, marcas mexicanas, al año sacan de 6 a 7 colecciones. Cada colección tiene como mínimo 20 looks, un look se compone de 3 a 4 prendas (zapatos, prendas exteriores, bolsos y accesorios), si hacemos cuentas, al año estas casas de moda o diseñadores sacan alrededor de 560 diseños de ropa. Con decir que solo la marca ZARA, ofrece 18 000 diseños al año.
Ahora pongámonos a pensar ¿cuantas prendas por cada diseño se debe elaborar? muchísimas, como lo dicta el mundo “Fast Fashion” tendencias al alcance de la mano y del bolsillo. Pero el problema no es ese, sino que estas marcas por lo general practican la explotación laboral e infantil en las fábricas de manufactura que contratan las mismas marcas, ya que la mano de obra les sale mucho más barata en este tipo de fábricas que se encuentran en el oriente, que en las propias fábricas de la marca o del país.
PONGAMOS LAS CARTAS SOBRE LA MESA
Esto no es algo nuevo, desde el año de 1998 y muchos años atrás, el tema de la explotación laboral e infantil ya era un secreto a voces. En este año el periódico italiano Corriere della Sera, publicó un par de fotos sobre niños de entre 9 a 13 años de edad, trabajando en una fábrica de Estambul, Turquía. Los menores recibían el insignificante pago de 60.10 euros, cuando en esa época el salario mínimo en Turquía rondaba por los 213 euros.
Al momento en que salieron a luz pública las imágenes, la firma Benetton anuncio la cancelación del contrato con la empresa manufacturera y se distanciaba de lo ocurrido, como diciendo "yo no sabía cómo trabajaban en esa fábrica", lo que no es nada creíble, ya que si están manufacturando la ropa que vas a vender en tus tiendas, te aseguras desde un principio a ver las condiciones de trabajo, la higiene que manejan, entre otras cosas.
El acontecimiento más fuerte fue en 2013, cuando en la capital de Bangladesh, Daca, un edificio de ocho pisos colapsó; el derrumbe causó la muerte de 1,127 personas y más de 2,000 resultaron heridos. Este edificio era conocido como el Rana Plaza y contenía una fábrica de ropa. En el documental “Made in Bangladesh” de la cadena CBC News, se dan a la investigación sobre este edificio y la fábrica de ropa que había en ella.
Lo que detectaron fue que la fábrica manufacturaba para marcas como “Fade and Glory”, que es de Waltmart, otra marca llamada “Joe Fresh” y Benetton; pero las condiciones en las que trabajaban las personas eran de las peores, los empleados trabajaban los 7 días a la semana, 12 horas al día y al mes la paga era de 38 dólares, absolutamente nada. El reportero entrevistó a un dueño de las fábricas que existen allá, y el mismo reconoció que la paga para sus empleados es muy mala, pero que las personas prefieren recibir eso, a cambio de nada.
Una niña de aproximadamente de 15 años que trabajaba en el Rana Plaza, confesó que su mamá también trabajaba con ella, pero no pudo contarlo, ya que falleció. La niña le dijo al reportero que cuando era más pequeña ella soñaba con ser doctora, pero como su familia no tenía los suficientes recursos económicos, tuvo que ponerse a trabajar junto a su madre. Esto nos dice que las fábricas se aprovechan de la gente que no tiene recursos y viven en la pobreza, ya que el porcentaje en este tipo de países es muy alto.
Actualmente, después de dos años de que sucedió la tragedia en el Rana Plaza, muchas campañas se unieron y crearon un “fondo” en el que reunieron 30 millones de dólares, para indemnizar a todos los familiares de las personas que fallecieron y a las víctimas.
El más reciente acontecimiento fue este año en agosto, en el que una fábrica de zapatos en China se derrumbó, causando la muerte de 14 personas y más de 30 heridas. Esta fábrica producía la quinta parte de zapatos del mundo, y aún no se han dado a conocer las marcas internacionales a las que abastecía la fábrica.
CAMPAÑAS EN CONTRA
No creas que es muy fácil ir en contra de todas estas marcas, que tienen un poder económico enorme; existen diversas organizaciones que están en contra de la explotación en las fábricas textiles. Una de ellas es Campaña Ropa Limpia, ellos se centran en la mejora de las condiciones laborales en las manufactureras y hacer conciencia a los consumidores de quien realmente hace su ropa. Actualmente se encuentra en 14 países.
Otra de las organizaciones más importantes es Fashion Revolution, la organización inglesa está conformada por diseñadores, académicos, escritores, empresarios, y voluntarios. Todo empezó desde la tragedia del Rana Plaza, y cada 24 de Abril, el mismo día y mes en que sucedió el colapsó se hace una llamada de emergencia en las redes sociales con el hashtag #insideout.
Fashion Revolution plantea la pregunta a todos los consumidores ¿Quién hace tu ropa?, al principio pensaron los fundadores que no iba a tener gran impacto, pero el primer año que sacaron esta iniciativa en el 2014, se convirtió en trending topic mundial en Twitter. La gente subía fotos con sus prendas al revés, mostrando la etiqueta y resaltando porque país está hecho, ya que la organización resalta que no tenemos ni idea del valor real de las cosas que compramos y déjenme decirles que es cierto.
Hubo una campaña, en el que instalaron en la vía pública una máquina expendedora de blusas, en el que solo costaban dos euros, por lo que la gente se acercaba al ver que estaban tan baratas, y al momento de pagar, se llevaban una gran sorpresa mostrándoles un video sobre las personas que hacen “ropa barata” y que solo ganan 13 centavos por hora y trabajando 16 horas al día. Al final se les preguntaba si todavía querían comprar la blusa o donar el dinero, claro que lo donaban, es lo que se muestra en el video, pero las caras de las personas en el momento en que les pasaban el video era de impacto.
¿LAS MARCAS == OIDOS SORDOS?
Después de lo sucedido, 150 empresas de ropa firmaron el “Acuerdo sobre Seguridad en la Construcción de Edificios y de Sistemas contra Incendios en Bangladesh”, en el que las marcas debían de revelar toda su lista de proveedores, para mejorar las instalaciones y la seguridad de las fábricas; pero la marca Benetton incumplió, este acuerdo ya que reveló una lista incompleta, la marca ha violado los términos del acuerdo y por el momento el gobierno no ha dicho nada.
La marca H&M en el año 2013 presentó su Informe de Sostenibilidad, en el que se comprometían a pagar un salario digno a 850 000 personas trabajadoras del sector textil para 2018, pero en el presente año 2016 en su último informe, no hay cifras que demuestren su objetivo. H&M sacó la campaña “H&M CONSCIOUS ACTIONS” en el que se quiere hacer conciencia a los consumidores sobre la industria textil, pero esto es pura publicidad y mercadotecnia, ya que se valen de la pobreza de sus propias trabajadoras para vender más.
¿QUÉ PUEDO HACER YO?
El remedio no es el no comprar en estas tiendas, sino exigir que cambien las condiciones de trabajo en estas fábricas si se les puede llamar así y lo más importante salarios dignos. Siempre habrá personas necesitadas, y si una no quiere el trabajo, hay miles esperando, como en el documental “Made in Bangladesh” lo dice la gente prefiere ganar ese poco dinero, a no tener nada.
Nosotros podemos poner nuestro granito de arena, difundiendo lo que hacen tanto las campañas que hacen las organizaciones, como lo que hacen las marcas en cuanto a la explotación laboral. Otra forma es ser voluntario o realizar una donación, todos los donativos se van a la organización para investigaciones y seguir con la lucha; ya que hay una gran dimensión en las marcas sobre lo que hacen y como nos plantean su imagen, a como en realidad trabajan en las manufactureras.
Es imposible que muchos de los creadores de estas marcas estén posicionados entre las 50 personas más ricas en el mundo de la lista Forbes. El dueño de ZARA, Amancio Ortega, se encuentra en el 4° lugar de la lista; Stefan Persson, dueño de la marca H&M se posiciona en el número 28.
No está mal querer estar al último grito de la moda y más si estas marcas “fast fashion” que están al alcance de las manos, pero si hay que estar muy conscientes de lo que compramos y valorar lo que les costó a las personas hacer la ropa que traes puesta, ver con otra cara la ropa y ayudar cada que podamos, no nos quita absolutamente nada, ya que sin ellos nuestro closet estaría medio vacío.
Fuente: Youtube, Huffington Post, New York Times